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Bouka. Benin. Septiembre 2013.
De nuevo en Buka
Jesús Fernández de Trocóniz, SMA
 

Jesús llegó a últimos de mayo con tres grandes tareas, la primera participar en la asamblea de distrito de España de la S.M.A., la segunda su visita a los médicos para recomponer su salud, y la tercera, y más agradable, descansar y disfrutar de su gente.

Una vez terminado este tiempo y con las pilas cargadas, el 19 de septiembre partió a su misión de Buka, donde no le faltará trabajo en este nuevo curso que comienza.


 

Viaje a Cotonou

Una semana hace que llegué al Benín y muchas vivencias que llenan mi ánimo. En primer lugar mi salida de Barajas. Me fui a registrar mi equipaje sin billete. El que tenía era para el 19 de noviembre y no para septiembre. No me había dado cuenta. ¿será la edad?. Se arregló con 60 euros para cambiar de billete.

El vuelo iba casi vacío, pude ocupar cuatro plazas y descansar a gusto.

En el aeropuerto me estaba esperando Erik, de la casa de Cotonou. El viernes pasé el día haciendo compras y terminé al atardecer.

De camino a casa

El domingo subí a Buka. Salimos de Cotonou a las 6 de la mañana, era de noche, y llegamos a Buka a las 6 y media de la tarde, era de noche. No paramos por el camino más que para estirar las piernas y repostar gasoil.

Alguien que me vio llegar comenzó a llamar por teléfono a uno y a otros y en media hora se juntaron unas 15 personas para saludarme. Una familia trajo la cena, arroz con pollo. Lo que me vino muy bien antes de irme a descansar.

Calle de Buka
Simon llamando a oración
Capilla de Buka

Comienzo del curso en N´Dali

El Lunes por la mañana salí temprano para ir a N´Dali, a una asamblea diocesana de programación del año. Encuentro agradable con los otros agentes pastorales, muy fraternales. Todos contentos de encontrarnos y compartir nuestras preocupaciones. El miércoles por la tarde volví de nuevo a Buka.

Tristezas

Ayer fue un día cargado de visitas. Desde por la mañana empezaron a venir cristianos y catecúmenos a saludar y a contarme sus cosas. La mayoría buenas. El pastor metodista vino a saludarme. Se llama Marcos. No pude recibirle muy bien, porque tenía una delegación de viejos del pueblo de Loubou, con un problema importante. Se trata de un señor con una pequeña discapacidad, lo mismo le pasa a su mujer, pero sus hijas son totalmente cabales. Unos musulmanes baribas de Buka quisieron robarle la tierra heredada de sus padres. El se defendió y le pegaron. Entonces, un grupo de gandos que vieron esta escena, cogieron a uno de ellos y también le pegaron. Este último les denunció y a cuatro de ellos los detuvieron. Todo un problema de los fuertes contra los débiles. Yo, como en el evangelio, les aconsejé que se entiendan antes de que les lleven al juez de Parakou. La justicia en el Benín cuesta más de lo que esta pobre gente puede pagar. Esta mañana han venido a decirme que el problema está arreglado.

Ya estamos de lleno en la misión

Ayer también me dieron la noticia que, la tormenta y las lluvias torrenciales de la noche del martes al miércoles, han destruido muchas casas, estaban construidas con adobe. Una de ellas fue la de Pierre, uno de los cuatro cristianos baribas de Buka. Toda la familia de Pierre quedó aplastada por la tierra de las paredes. Hoy he ido a ver la casa y es una desolación pasar por el pueblo. Son muchas las casas que han caído. Los viejos de la casa de Pierre me contaban que les costó mucho sacarles. A Pierre le sacaron inconsciente. Sangraba por las orejas y pensaban que estaba muerto. En medio de la lluvia lo llevaron al dispensario público. Ni el enfermero de guardia, ni el guardián estaban en sus puestos. Los llevaron a un dispensario precario, privado, y allí consiguieron reanimar a Pierre, a su mujer y a sus hijos. Al amanecer los llevaron al hospital de Nikki, en donde siguen hospitalizados.

Pierre es un herrero de los antiguos. Bartolomé, cuando vino, ha hecho fotos muy bonitas de su fragua y de su trabajo. Le hizo unas flechas por encargo que son muy bonitas.

Pierre el herrero
Puntas de flecha
Pierre en su fragua

Ante hechos como estos, viendo la pobreza de esta gente, la precariedad de sus casas, lo mucho que trabajan para conseguir poco, siento que poco puedo hacer por ellos. Y me quedo muy insatisfecho.

El domingo en la misa haremos una colecta para ayudarles a pagar parte de los gastos del hospital. La caja de Caritas está vacía. En estas fechas siempre está vacía. ¿Cuánto va a salir? 20 o 30 Euros. Con eso irán a su casa a saludar a la familia (toda ella musulmana) Y a decirles que la comunidad cristiana está con ellos.

Hoy me han traído dos sacos grandes de ñames, tengo hasta Navidad. También muchos huevos de pintada.

Con esta carta os digo que estamos ya de lleno en la parroquia.

Un saludo. Jesús Fernández de Trocóniz, sma